La jugadora italiana de voleibol Lara Lugli, en un hecho insólito, ha sido demandada por su club por daños y perjuicios, tras haber quedado embarazada.
El equipo alega que la jugadora "perjudicó el rendimiento deportivo" de su escuadra, añadiendo que la atleta debió haber comunicado su deseo de ser madre antes de firmar su contrato.
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Lugli descubrió que estaba embarazada en marzo de 2019. Los problemas llegaron después, cuando informó de su estado a su equipo, el Pordenone, que la despidió automáticamente.
Un mes después de su despido, la italiana sufrió un aborto espontáneo que también comunicó al club.
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Ella, tras este duro episodio, le solicitó al Pordenone el pago del mes de febrero, el último que había trabajado al completo antes de la rescisión del contrato. Y, en ese momento, la escuadra no solo le negó la retribución, sino que la demandó por daños y perjuicios, acusándola de "haber violado la buena fe contractual" al "ocultar su posible deseo de quedar embarazada".
Polémica frase
El Pordenone igualmente la culpa porque tras su marcha el equipo "se fue a pique en el campeonato" y perdió patrocinadores.
Además, el equipo le recriminó que después del aborto podría haber completado los últimos meses del campeonato, al menos desde el banquillo.
"Es una frase de una falta de elegancia monstruosa. Sentí vergüenza y tristeza", finalizó.
El equipo le recriminó que después del aborto podría haber completado los últimos meses del campeonato, al menos desde el banquillo.
En mayo próximo, Lugli tiene una convocatoria en los juzgados con su antiguo club para resolver la cuestión.
que perjudicó al club.
41
años tiene Lara Lugli.
